lunes, 23 de febrero de 2009

PROPUESTAS PARA UNA CUARESMA SOLIDARIA

Evelyn Velasco nos comparte 5 propuestas para una Cuaresma solidaria... ¿tienes tú alguna más?
Este es el momento oportuno: cinco propuestas… en realidad, muchas más, desde el punto de vista de la Solidaridad y la Justicia. Es que, si atendemos la Palabra de Dios, concretamente la que se nos propone en estos días de Cuaresma, este es el tiempo más propicio para vivir la solidaridad, como podemos constatar si seguimos las lecturas de la Palabra de Dios estas semanas. Pero ojo, hay que estar atentos, y con la mirada y el oído despiertos, para poder captar el mensaje.
Como muestra, el evangelio de San Mateo, el Miércoles de Ceniza, nos indica cómo hacer esos gestos de verdadera conversión: la limosna, la oración y el ayuno. Tres gestos indisolublemente unidos en la práctica cristiana: ocuparnos del que sufre, orar y ser austeros en nuestros gastos y vida.
Y de aquí arranca la primera propuesta para vivir la Cuaresma solidaria: aprovechar la riqueza de los textos de estos días y meditarlos. Busca un tiempo cada día, pueden ser 10 minutos, para leer el evangelio y preguntarte qué te pide Dios, y a qué te llama en relación con quienes sufren. Las lecturas correspondientes las puedes encontrar en mil sitios. En http://www.acompasando.org/, dentro del apartado Pasapalabra: CON MAYÚSCULA.

Segunda propuesta: Atent@, en primer lugar, a quienes tienes más cerca: en casa, en el trabajo, en clase, etc. Afina el espíritu y los sentidos para captar qué necesitan, en qué puedes ayudar: tu tiempo, un favor, o simplemente una palabra oportuna que puedes decir o un mal gesto que puedes evitar.

Tercera propuesta: Infórmate: sácale partido al material de 40 días con los 40 últimos, proponte una mirada diferente al periódico, buscando el dolor de los pequeños, los sencillos, que se esconde tras la noticia (tienes una adaptación de estos materiales marianistas en nuestra web: apartado RINCOMPASTORAL: MATERIALES).

Cuarta: El ayuno, un gesto solidario. Se trata de prescindir de algo superfluo, comestible o no, con un doble beneficio: primero, te das cuenta que puedes vivir sin ello (ganas en libertad) y segundo, destinas el dinero que te ahorras a ayudar a alguien que lo necesite. Este segundo paso es importante, porque si no el sacrificio se puede convertir en ahorro, y no es eso.

Quinta: Consume solidariamente. Es decir, además de medir tus gastos, puedes proponerte comprar al menos uno de los productos de tu compra semanal, en una tienda de comercio justo. Estarás prestando una gran ayuda. Si quieres más información lee el artículo de COMPASSION en la web sobre Fairtrade – comercio justo.

Y más: Ofrecerte a cuidar a alguien… preocuparte por la situación de tus vecinos… prestar ayuda en un centro social de Cáritas, en un centro de acogida de inmigrantes… apadrinar un niño… reclamar que se cumplan la justicia y los derechos humanos…


La lista puede seguir ¿te animas?

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