martes, 29 de marzo de 2011

APRENDER A QUERER BIEN, BIEN, BIEN (I)


Amor es cuando alguien te incomoda, y tú, aunque estás muy enojado, no gritas, porque sabes que hieres sus sentimientos. 
Mateo, 6 años 


Cuando mi abuela se enfermó de artritis, ella no se podía agachar para pintarse las uñas de los pies. Mi abuelo, desde entonces, le pinta las uñas, aunque él también tiene artritis. Eso es amor.
Rebeca, 8 años

domingo, 27 de marzo de 2011

MUERTOS EN LIBIA


La viñeta es de Rodera en el periódico adn.
Sobran las palabras.

viernes, 25 de marzo de 2011

POR LA VIDA



No siempre es fácil. Para mucho no ha sido fácil y sigue sin ser fácil. Pero no es menos cierto que a veces LA VIDA nos regala conocer a personas con este don: saber disfrutar la vida, gozar de estar vivos, más allá de la situación por la que están pasando. 
La VIDA: ese don tan humano que es sagrado. Ese don tan sagrado que sería inhumano jugar con ella como arma arrojadiza o justificación de ideologías, sean las que sean.
En la Jornada en defensa de la Vida, esta vez, quedémonos con las personas. 
Por los que no encontraron o no encuentran motivos para vivir, nuestro cariño y oración.
Por los que siempre lo encuentran y nos ayudan a vivir, gracias. 

jueves, 24 de marzo de 2011

SAN ROMERO DE AMÉRICA: OBISPO Y MÁRTIR


Hoy se cumplen 31 años del martirio de Monseñor Oscar Romero, en El Salvador. Le dispararon a bocajarro mientras celebraba la Eucaristía en una pequeña y simple capilla de hospital. La Iglesia católica "oficialmente" aún no lo ha reconocido como mártir; el pueblo sí. Hace mucho tiempo. San Romero de América, le llaman y le rezan. Merece la pena transcribir una vez más sus palabras, pronunciadas la víspera de su asesinato. siguen vivas y actuales. Siguen siendo una llamada para todos, vivamos en la realidad que vivamos, porque el corazón es el mismo. Que él nos ayude a vivirlo e interceda por nosotros y por los que más sufren:

"Ya sé que hay muchos que se escandalizan de estas palabras y quieren acusarlas de que han dejado la predicación del Evangelio para meterse en política. Pero no acepto yo esa acusación, sino que hago un esfuerzo para que todo lo que nos ha querido impulsar el Concilio Vaticano II, la reunión de Medellín y de Puebla, no sólo lo tengamos en las páginas y lo estudiemos teóricamente, sino que lo vivamos y lo traduzcamos en esta conflictiva realidad de predicar como se debe el Evangelio para nuestro pueblo. Por eso, pido al Señor durante toda la semana, mientras voy recogiendo el clamor del pueblo y el dolor de tanto crimen, la ignominia de tanta violencia, que me dé la palabra oportuna para consolar, para denunciar, para llamar al arrepentimiento, y aunque siga siendo una voz que clama en el desierto, sé que la Iglesia está haciendo el esfuerzo por cumplir con su misión.
Yo quisiera hacer un llamamiento muy especial a los hombres del ejército, y en concreto a las bases de la Guardia Nacional, de la policía, de los cuarteles. Hermanos, son de nuestro mismo pueblo, matan a sus mismos hermanos campesinos, y, ante una orden de matar que dé un hombre, debe prevalecer la ley de Dios, que dice: no matar. Ningún soldado está obligado a obedecer una orden contra la ley de Dios. Una ley inmoral, nadie tiene que cumplirla. Ya es tiempo de que recuperen su conciencia y obedezcan antes a su conciencia que a la orden del pecado. La Iglesia, defensora de los derechos de Dios, de la ley de Dios, de la dignidad humana, de la persona, no puede quedarse callada ante tanta abominación. Queremos que el Gobierno tome en serio que de nada sirven las reformas si van teñidas con tanta sangre. En nombre de Dios, pues, y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno, en nombre de Dios: ¡cese la represión!"

miércoles, 23 de marzo de 2011

PENSANDO LA JMJ: LO QUE DESCUBRE DE NOSOTROS MISMOS (III)


Por último, no quiero dejar de decir una palabra en lo referente al sentido pastoral de la JMJ y su alcance. La vida de un joven y de cualquiera de nosotros es demasiado amplia, gracias a Dios, como para creernos que “nuestra” pastoral, la que sea, es lo único que le va a acercar a Cristo o a alejar de Él. Sería una arrogancia bastante ingenua pensar que la JMJ o una Pascua juvenil en nuestros grupos o cualquier otra actividad, van a ser el centro de la vida de nadie. Y sin embargo, todos conocemos personas que a partir de un hecho concreto y puntual (por ejemplo, una estancia en Taizé, una experiencia misionera en otro país, un voluntariado en un barrio, una JMJ....) han reordenado su vida, han descubierto lo que son y lo que quieren llegar a ser, lo que Dios supone para ellos y la gracia que de Él reciben. Nuestra actitud creo que suele ser la misma: preparar esas actividades puntuales con todo el corazón y toda el alma, cuidándolas lo más que podemos, y al mismo tiempo, saber que se encuadran en un marco mayor de educación en la fe, de acompañamiento, de crecimiento humano... y por tanto hay que relativizarlas. ¿No podemos tener esta misma actitud con la JMJ, siendo un evento tan significativo para nuestra Iglesia, la Iglesia en la que vivo y en la que he conocido a Cristo?
Algunos de los planteamientos de fondo de la JMJ no coinciden con mi modo de vivir la fe. No son cosas marginales; son visiones de la vida religiosa, del lugar y sentido de los sacerdotes respecto al resto de vocaciones y carismas, de las prioridades a la hora de distribuir los gastos, de una mayor o menos sacramentalidad... Sin embargo, entiendo que dada la diversidad interna de la Iglesia católica, sería imposible que nadie –y digo nadie- pudiera organizar un encuentro mundial de jóvenes de tal manera que coincidiera con la sensibilidad y formación de todos los católicos. Y por otro lado, entiendo igualmente que la ni la iglesia ni la vida pastoral de España terminan ni acaban en la JMJ.
Pueden gustarte más o menos los grandes eventos con números ingentes. Puede gustarte más o menos todo lo que conlleve visibilidad social de la iglesia. Lo que me cuesta admitir son las críticas desmesuradas y despectivas de unos para con otros, vengan del lado que vengan. Sobre todo, porque además de creer que son muy poco evangélicas y muy poco inteligentes en cuanto testimonio de cara a la sociedad, están dañando a la inmensa mayoría de los jóvenes cristianos que no queremos estar ni en un extremo ni en el otro. Queremos aprender a ser iglesia con la iglesia, cuando nos gusta más y cuando nos gusta menos. Queremos aprender a ser respetuosamente críticos, con los más lejanos y con nosotros mismos. Queremos aprender a vivir en coherencia la riqueza que recibimos de Dios y las actitudes y decisiones de nuestra vida cotidiana. Queremos, en definitiva, seguir a Jesús en esta iglesia y en este mundo, porque no hay más; y condenar a este mundo o a esta Iglesia –formando parte de ambos- no deja de tener una mezcla de ingenuidad y de presunción farisea. Del lado que venga.

Rosa Ruiz, misionera claretiana

PENSANDO LA JMJ: LO QUE DESCUBRE DE NOSOTROS MISMOS (II)

Por otro lado, están las críticas a la “estética” de la JMJ, los medios utilizados, la imagen... Me extrañan estas críticas porque suelen venir de grupos que también critican unos medios eclesiales pasados de moda en la evangelización, con una estética rancia y obsoleta, con una enorme necesidad de comunicarse adecuadamente en nuestro tiempo. Hay algunas cosas, lo repito de nuevo, en la JMJ que no comparto. Pero hay que reconocer que el esfuerzo económico y personal para estar presentes en las redes sociales, en webs de diseño sencillo y atrayente, en mensajes audiovisuales bien hechos, está dando su fruto. Como era de esperar. Y sí, claro. Esto cuesta dinero. ¿O también seguís pensando que para la Iglesia hay que trabajar siempre de balde? ¿Buscamos a especialistas profesionales en cada campo y les decimos que estén un año trabajando sin sueldo para mayor gloria de Dios? ¿Sostenemos a sus familias mientras tanto? Parece más lógico que tengan un sueldo de acuerdo con el trabajo que hacen y unos medios que permitan hacernos presentes como iglesia, con sencillez pero con audacia. Y eso, en nuestra sociedad, cuesta dinero. No seamos ingenuos.
En un mundo globalizado, tecnológico, de masas, ¿se puede plantear la iglesia una presencia sin construir un altar de tantos metros como nos tienen acostumbrados en estos eventos? Pues sinceramente, creo que no. ¿Queremos reunir a tanta gente sin contar con dispositivos de seguridad, transporte, sanidad, megafonías, imagen? Entonces, ¿cómo lo haremos? ¿Desde una tarima? Otra cosa es que lo que queramos discutir es que la iglesia tenga presencia pública y que en el fondo de nuestro discurso se esconda una opción de fe reducida al interior de cada uno. Entonces, estamos en otro debate. Pero no lo mezclemos.  Cuando un grupo tan grande de ciudadanos quiere hacer una reunión o congreso, sin dañar a nadie, ¿no es lícito pedir a las autoridades que administran sus impuestos que cubran los aspectos organizativos del evento? Porque eso es lo que están haciendo las diferentes administraciones públicas relacionadas con la JMJ en Madrid. Ni más ni menos. Ni están dando dinero ni están quitando de otro lado. ¿Porqué estos grupos tan aparentemente comprometidos no piden que se disuelvan las fiestas de carnaval o el día del orgullo gay o el congreso de mundial de cualquier disciplina, en aras al recorte presupuestario y a la necesaria austeridad ciudadana? Volvemos a mezclar todo.
No faltan las críticas por la presencia masiva y significativa de algunos grupos eclesiales numerosos y claramente conservadores. Es cierto. Y a veces un tanto indignante el trato de favor que desde la misma Iglesia se dispensa a estos grupos, tanto en la organización de la JMJ como en el resto de la vida eclesial. Especialmente en comparación con otra realidad eclesial con una tradición tan rica y con un fundamento teológico tan arraigado y probado como en la Vida Consagrada y las grandes familias carismáticas. Pero ese es otro tema, que repito, es doloroso e injusto. Ahora bien: quienes hacen estas críticas, ¿se han ofrecido a colaborar en la organización?, ¿han intentado trabajar y dialogar alguna vez con miembros de estos movimientos?, ¿van a hacer algún esfuerzo para estar presentes en la JMJ con sencillez y verdad, desde lo que son o más bien han optado por montar una movida paralela este verano y en otras ocasiones? ¿Acaso los agravios comparativos y desigualdad de trato, en el caso de que lo hubiera, desde la JMJ, justifica que “los otros” hagan lo mismo? Creo que no. Más bien, hagámonos presentes con nuestro carisma, con nuestra forma de vivir la fe, aportando lo que somos como un bien para la Iglesia y no como un arma arrojadiza que pretende decir de nuevo que los demás no están “en la verdad de Jesús”.
Por último, no quiero dejar de decir una palabra en lo referente al sentido pastoral de la JMJ y su alcance...
(continúa con la parte III, última)

martes, 22 de marzo de 2011

PENSANDO LA JMJ: LO QUE DESCUBRE DE NOSOTROS MISMOS (I)

La Jornada Mundial de Juventud de Madrid2011 pasará, como pasa cualquier otro evento, por importante que sea. Lo que no pasará es la realidad eclesial y sobre todo personal que este acontecimiento está poniendo en evidencia. Y no pasará porque lejos de afrontarlo, nos enzarzamos en discusiones que siempre se juegan en “los otros”, nunca en mí misma, en mis actitudes, en mi compromiso  o coherencia creyente, en mi vida...
Contemplo perpleja últimamente, cada vez con mayor intensidad en la medida que se acerca agosto que numerosos foros, grupos o personas cristianas por opción, no por tradición social, expresan críticas tan descarnadas como confusas y a veces hasta engañosas. Toda demagogia lo es, creo yo. Algunos hasta comienzan citando el mensaje de Benedicto XVI como confirmación de su actitud:
Quisiera que todos los jóvenes, tanto los que comparten nuestra fe como los que vacilan, dudan o no creen, puedan vivir esta experiencia que puede ser decisiva para la vida: la experiencia del Señor Jesús resucitado y vivo y de su amor por cada uno de nosotros.
Y digo yo: ¿hay alguien que pueda ser tan presuntuoso como para afirmar sin complejos que “otros” no “cumplen los requisitos” para que nadie experimente a nuestro Señor Resucitado? ¿De verdad creéis que tal experiencia está reservada solo a unos pocos? ¿Alguien puede explicarme dónde está la diferencia entre unos que suelen hablar siempre en términos negativos, de condena, de prohibición moral, de cercanía a los poderosos o más enriquecidos de nuestra sociedad y otros que suelen hablar siempre en términos de todo vale, de arrogarse el título de estar al lado de los pobres, de los colectivos más cuestionados, de los que sí viven el evangelio de verdad y han entendido perfectamente el mensaje de Cristo? ¿No llegan, acaso, a la misma conclusión unos y otros? Al final, acabamos ambos diciendo, directa o indirectamente, que nosotros –los guardianes de la ortodoxia y el dogma o los guardianes de la libertad y el progresismo- somos los que vivimos de verdad el Evangelio y los otros están equivocados e impiden que los jóvenes experimenten la gracia de la Resurrección.
En resumen: estoy un poco harta de estos discursos. Cada vez me suenan más huecos y cada vez me irritan más, me entristecen más. Pienso en algunas viñetas, aparentemente tan progres y frescas, y no me imagino al Dios de Jesús sonriendo, contento de que nos estemos tirando piedras unos contra otros, públicamente, de continuo. Pienso en algunas decisiones de la organización de la JMJ y tampoco puedo imaginar que Él se alegra. ¿Tanto tenemos que echarnos en cara unos a otros? ¿De verdad pensamos que estamos tan distantes? Creo que no.
No me gustó que casi la primera imagen pública de la JMJ fuera una fotografía de nuestro Cardenal con los hombres más poderosos de la sociedad; no porque ellos sean malos o buenos, por supuesto, sino por lo que significan y lo que se mueve detrás de ese mundo inevitable de la banca, el negocio, la empresa, las multinacionales... ¿Era necesario alardear como primeros “aliados” de este sector social? Ahora bien, me gusta tan poco o menos que muchas voces rechacen la JMJ por sus patrocinadores, transmitiendo una especie de regusto farisaico, muy de la época de Jesús, cuando éste iba a comer con publicanos y recaudadores de impuestos corruptos. ¿O acaso imaginamos a Zaqueo pobre? Un poco de seriedad... Por otro lado, querer comprometernos por una sociedad y un mundo más justo y equitativo no creo que nos haga parte de una casta de “puros” evangélicos, casi intocables, porque si nos mezclamos con ellos, nos “contaminamos”. Tengamos cuidado, porque es una de las herejías más frecuentes desde los primeros siglos... Se ve que está bien inserta en el corazón humano. Más aún: supongo que todos los que firman y afirman que la JMJ es una cueva de bandidos y ladrones por permitir el patrocinio de determinadas firmas, no beberán jamás coca-cola, ni whisky, ni llevarán vaqueros, ni entrarán jamás en ninguna cadena comercial, ni comprarán comida precocinada, ni escucharán cierta música, ni cobrarán su nómina de ningún banco, ni... Porque sería un despropósito criticar que para un evento social con los números que se manejan no se contara con el dinero de nadie (señal de que la Iglesia lo tendría y sería un escándalo mayor) y encima nosotros, personalmente sí pudiéramos beneficiarnos de estos servicios de clase media europea.
Por otro lado, están las críticas a la “estética” de la JMJ, los medios utilizados, la imagen...

(continuará...)

sábado, 19 de marzo de 2011

LLEGA LA PRIMAVERA: NO DEJES DE SOÑAR

Entra la Primavera, empujando casi, haciéndose hueco entre fríos y sombras... pero la vida no espera. Ni se queda atrás aunque a veces no lo parezca.  Con los sueños, los deseos más hondos y más nuestros, puede pasarnos lo mismo. Por eso, no viene mal recordarnos que es verdad, que es posible, que es real...

¿Recordáis la peli de UP? A muchos les puede parecer "solo" una película... imposible... pero no! Aquí lo tienes. LO QUE TU QUIERAS, cuando aprendemos a querer bien, siempre se hace realidad.

jueves, 17 de marzo de 2011

VIVIRTE COMO MADRE, COMO CREYENTE, COMO MUJER... COMO FAMOSA



Pocos no conocen a Anne Igartiburu. Merece la pena escucharla, te lo aseguro. Rompe prejuicios, aporta frescura. Se puede hablar de Dios, de espiritualidad y de fe, con toda normalidad. Aquí está.
- ¿Cómo es Dios para ti? 
- Buena pregunta. Para mí Dios es vida... es aprendizaje... para mí lo es todo. Vengo de una familia que no es creyente y para mí ha sido todo búsqueda... Y a veces conflicto, porque si piensas, tienes conflicto.

Merece la pena dedicarle un ratito. Todo nuestro respeto para ti, Anne.

lunes, 14 de marzo de 2011

¿QUÉ PASA SI DIGO QUE SOY CREYENTE?


¿Conocéis los Carnavales de Cádiz (España)? ¿Sabes lo que es una chirigota? ¿Te imaginas que una de estas agrupaciones musicales, que tanto cuidan letras y músicas, buscando especialmente poner una mirada crítica al mundo y lanzar su propia visión de las cosas, se atreviera a cantar en carnaval defendiendo SER CREYENTE? Aquí lo tienes. No pierdas detalle de la letra y déjate emocionar.

sábado, 12 de marzo de 2011

TERESITA ALBARRACÍN: CUANDO DIOS HACE EXTRAORDINARIO LO ORDINARIO


Teresita Albarracín fue una joven Misionera Claretiana que entró en la Congregación en setiembre de 1942 y murió el 12 de marzo de 1946. Quedaban un par de meses para que cumplirera los 19 años y sólo unos días para renovar por segunda vez sus votos religiosos. Una vida corta pero vivida con tal intensidad y tanta fe que  está iniciado su proceso de beatificación. ¿Es posible que una joven llegue a ser santa? O dicho de otra forma:  ¿se puede vivir con profundidad nuestro seguimiento y amor a Jesús con menos de 19 años? Sí, Teresita Albarracín no es la primera ni será la última. Lo importante no es la edad ni tener que vivir cosas increíblemente extrañas. Esta mujer no hizo milagros ni tuvo visiones ni nada por el estilo. Su santidad está en la profundidad con que vivió cotidianamente el seguimiento de Cristo. Incluso en medio de una enfermedad que le ocasionaba un tremendo sufrimiento. En medio de todo, nos dejó una brevísima frase que recoge su vida: SONREIR SIEMPRE. ¿Fácil, verdad? Bien sabes que no siempre es tan fácil sonreir en medio del dolor, de las críticas, de una enfermedad, de la soledad...

Aquí tenéis un breve escrito de Teresita, tomado de sus notas de oración. ¿Y si yo también pudiera vivir haciendo extraordinario lo ordinario?


“Mi vida es Cristo. Éste quiero que sea mi lema constantemente…Para conseguir esto, tengo que conformar en todo, mi vida con la de Jesús…Así al levantarme , pensaré que es Jesús, encarnándose en las entrañas de María, al vestirme, que es Jesús revistiéndose de nuestra naturaleza; durante las comidas, que es Jesús diciendo mi comida es hacer la voluntad del Padre que me ha enviado; en mi trabajo, callado, silencioso, que es Jesús en el taller de Nazaret; en el silencio, en el recogimiento, en la oración , que es Jesús huyendo de las turbas y retirándose al desierto para orar: en las obras de apostolado, que es Jesús  trabajando por la gloria de su Padre…”
 “Mi programa ha de ser trabajar en el Espíritu de fe, hasta llegar a hacer extraordinariamente las obras ordinarias, para lo que imploraré en cada una de ellas la ayuda de mi Madre Inmaculada”.   

martes, 8 de marzo de 2011

DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER.. ¿Y DEL HOMBRE?

Digo yo, que quizá necesitamos también un "Día internacional del hombre-varón". Que quizá, así, entienden un poco más lo que significa "necesitar" un día de la mujer, porque aún lo necesitamos, porque la Historia pide que así sea, porque aún no tenemos la suficiente madurez humana como para prescindir de él...
Y si además de ser mujer eres Iglesia... En fin... ¿alguna sugerencia de hombres o mujeres, seres humanos en general, creyentes, cristianos, católicos, libres, pensantes...?

¡Feliz día para todas!

sábado, 5 de marzo de 2011

CARNAVAL y CUARESMA: QUIEN SOY

Hace días, según la ciudad en la que vivas, nos rodean diversos actos relacionados con el carnaval. Ya sabes: esos días previos a la Cuaresma que los humanos inventamos para "desahogarnos" y hacer justamente lo contrario de lo que la Iglesia mandaba (cuando la Iglesia mandaba....).
Por eso, se me ocurre que quizá puedo enterarme más de en qué consiste la Cuaresma si miro con detenimiento el Carnaval. Me quedo con un par de cosas:
- Carnaval es no poner ninguna traba a nada, no pensar, no controlar, no hacer razonar... Hacer lo que la "carne" te pide... o sea, lo que tú mismo quieres en ese momento, independientemente que lo quieran los demás...
Así que Cuaresma será un tiempo para aprender a tomar las riendas de mi propia vida, de mi "carne". Aprender a querer bien... Tan bien que nada ni nadie decidan por mí: ni mis impulsos, ni mis carencias, ni mis sueños, ni mis heridas, ni mis despistes, ni mis amigos, ni el ambiente, ni mi pasado....
- Carnaval es jugar a no ser yo (o al menos no parecerlo), a que nadie me reconozca (¡ni yo mismo!)... Se trata de ocultarme, disfrazarme y tras esa imagen que no es mía hacer lo que yo no haría, hablar como yo no hablaría... y saber que todos los que me rodean están haciendo exactamente lo mismo. No hay manera de saber quién es en realidad aquel con quien me relaciono, pero tampoco nos importa mucho.
Así que Cuaresma será un tiempo para aprender a ser yo mismo y además parecerlo. Aprender a mirarme con verdad y vivir como yo mismo -mi yo más yo- viviría si pudiera hacerlo. Y querer que todos vivamos así, auténticos, porque todo ser humano merece la pena; no precisa disfrazarse de lo que no es para quererle. Y saber que estoy tratando con su yo "más yo", y eso merece todo el respeto del mundo.

¿Y si resulta que la conversión cuaresmal que tanto tememos a veces no es más que esta gozosa invitación a ser dueña de mi propia vida y aprender a ser yo misma? ¿Y si fuera Dios el más interesado y empeñado en este aprendizaje humano de vivir sin caretas y con toda la consciencia posible? ¿No será que cuanto más "yo" somos, más estamos dejando que Dios tenga su Palabra y su Carne en nuestra vida?
Creo que sí...

miércoles, 2 de marzo de 2011

GENESIS Y LADY JAYE: NO ES AMOR, LO SIENTO.




El documental The Ballad of Genesis and Lady Jaye ganó el premio de pasado festival de Berlín y se acaba de presentar en España, en el Festival Punto de Vista de Pamplona. No quiero hablar del documental, ni de la música de Genesis Breyer P-Orridge, líder del grupo Psychis TVMe sorprendo de la historia que se cuenta y de los comentarios que leo y escucho.
Resumo: Genesis y su esposa Jaqueline Breyes (Lady Jaye, fallecida en 2007) decidieron comenzar un proceso quirúrgico y terapéutico para convertirse en una especie de ser intermedio, los dos iguales. Parece que, primero él quería ser ella, "por amor". Y después, ella quiso ser él, siendo ella, y así transformarse en dos seres "casi idénticos", por encima de las fronteras de la fisiología y la biología. Lo llaman "pandroginia", pues se trata "de recrearse, reformularse a sí mismos como dos amantes, criaturas idénticas en la más radical y nueva prueba de amor. Ni hombre ni mujer, simplemente amor quirúrgicamente puro". El/la cantante explica su decisión porque "queríamos acabar con las dualidades de una sociedad que divide todo en dos: hombre y mujer, blanco y negro...". Y así, durante 7 años, la directora Marie Losier filmó la vida cotidiana, laboral e íntima de la pareja, sin ningún límite. Ninguno, al parecer.
Y yo, atónita, repienso la historia. Puedo entender que personas con una historia convulsa y siempre rozando los límites de todo, como parece ser el caso de Genesis, quiera explorar también con su cuerpo y juegue... Puedo entender que haya más personas que le sigan. Pero ya me cuesta más entender que haya médicos, profesionales de la salud, que se presten a estos procesos con total normalidad, como si la tolerancia y la apertura de mente no tuviera ninguna barrera con el sentido común. Tampoco puedo entender fácilmente que se hable en los medios de esta película o del "proceso por amor" que los dos vivieron, como si fuera verdaderamente eso: una prueba de amor máximo. 
Posiblemente, en todos nosotros hay "semillas" de esta tentación: quien más me quiere es quien más se parece a mí, quien más deja de ser él o ella misma para hacerse exactamente como yo... Puede ser. No es tan raro y si estás un poco atento a ti mismo, verás que de vez en cuando se nos cuela... Pero llegar a la cirugía externa e interna para plasmarlo y "venderlo" como máxima expresión de amor, me parece que sobrepasa el sentido común y el esperpento. Lo siento. 
La mente humana puede concebir las ideas más sórdidas e incluso llevarlas a cabo, pero que los demás, como espectadores las recibamos sin ápice de crítica, y la extendamos por el mundo como ejemplo de lo que alguien es capaz de hacer por amor... ¡no tiene nombre! O mejor dicho, sí lo tiene, pero no es amor.