martes, 31 de enero de 2012

Ven y sígueme: jornada mundial de la vida consagrada

  1. Queridos hermanos y hermanas:
    La próxima Jornada de la Vida Consagrada en la festividad de la Presentación de Jesús en el templo, nos da ocasión para agradecer con gozo y humildad el don que el Señor ha hecho y continúa haciendo a la Iglesia a través de nuestras Congregaciones Religiosas. Cuando el Beato Juan Pablo II instituía en 1997 esta Jornada invitaba a los religiosos y religiosas a celebrar juntos y solemnemente las maravillas que el Señor ha realizado en sus vidas, cayendo en la cuenta de que “con la profesión de los consejos evangélicos los rasgos característicos de Jesús virgen, pobre y obediente, tienen una típica y permanente “visibilidad” en medio del mundo” (VC 1). También señalaba el Papa como objetivo de esta Jornada, hacer más viva en el pueblo de Dios la conciencia de la insustituible misión de la vida religiosa en la Iglesia y en el mundo; recogía así lo que había afirmado en Vita Consecrata: “la vida consagrada está en el corazón mismo de la Iglesia como elemento decisivo para su misión” (VC 3)
    Una Jornada, pues, para la acción de gracias desde el reconocimiento que “todo es don y gracia”, y para el sincero examen de nuestra respuesta a “tanto bien recibido”.
    El lema escogido en España para celebrar esta Jornada “Ven y sígueme. La Vida Consagrada y la Nueva Evangelización”, subraya dos importantes desafíos a la Iglesia de hoy, y, en ella, a la vida religiosa: las vocaciones y la Nueva Evangelización. Nuestra reciente Asamblea General ha intentado afrontar con honestidad la crisis vocacional en las Congregaciones Religiosas. Conscientes de que el futuro de la vida consagrada no se juega en el número, sino en la radicalidad de nuestro seguimiento a Jesús, en el gozo y la generosidad con que nuestras vidas testimonian y anuncian a Jesucristo, sin embargo, es legítima y responsable la preocupación por la disminución de las vocaciones. A la vez, no podemos olvidar que cada vocación es, ante todo, una llamada del Señor, un don suyo, gratuito, al que responde en libertad aquel o aquella que se siente así convocado. Una gracia que es preciso pedir con confianza al Señor de la mies, que nos urge a que se la pidamos. Pero un don que está condicionado también a los esfuerzos de la comunidad cristiana y por tanto, de cada una de nuestras Congregaciones por suscitarlo, descubrirlo, y acompañarlo. Todos somos responsables de crear una cultura vocacional en nuestras comunidades y en nuestras instituciones apostólicas.
    La celebración de esta Jornada propicia una reflexión orante, personal y comunitaria, sobre el testimonio de nuestras vidas que constituyen la imagen humana visible de la llamada, y sobre el compromiso con la misión a la que somos enviados, en el contexto eclesial de la Nueva Evangelización.
    El icono de la Presentación de Jesús en el templo contiene el símbolo fundamental de la luz; una luz que partiendo de Cristo nos irradia a todos y nos compromete a ser reflejo de ella para los demás. Benedicto XVI hacía referencia a este símbolo en su homilía de la celebración de las Vísperas de esta fiesta el año pasado. Y recordaba que “Una experiencia singular de la luz que emana del Verbo encarnado es ciertamente la que tienen los llamados a la vida consagrada…la profesión de los consejos evangélicos los presenta como signo y profecía para la comunidad de los hermanos y para el mundo” (VC 15).
    Efectivamente, la cultura vocacional y la nueva evangelización en la vida consagrada tienen su clave en el testimonio profético de la vida de los religiosos y religiosas. La vida consagrada está llamada a ser ese testimonio profético, vinculado a la manifestación de la primacía de Dios en sus vidas, a la pasión por Jesucristo y al anuncio de su evangelio a los pobres y los últimos de la tierra. “La verdadera profecía nace de Dios, de la amistad con El, de la escucha atenta de su Palabra en las diversas circunstancias de la historia” (VC 84), en definitiva, de acoger generosamente la llamada a “estar con El”, en que se sintetiza la auténtica experiencia “mística”.
    En este testimonio de vida profética se puede encontrar lo fundamental de donde emane la aportación de la Vida Religiosa a la Nueva Evangelización. Desde la radicalización del seguimiento concretada en los votos, “exégesis viva de la Palabra de Dios”, asoma ya un modo propio y peculiar de evangelizar de la Vida Religiosa, independiente de las tareas en que se traduzca. Los votos colorean la misión dándole una hondura particular. No podemos estar ausentes, ni en los márgenes de este desafío eclesial del siglo XXI, sino en primera línea, con sentido de comunión eclesial. Con ello no haremos sino continuar la historia de nuestras Congregaciones que están estrechamente ligadas a la historia de la evangelización, como reconoce los Lineamenta: “los grandes movimientos de evangelización surgidos en dos mil años de cristianismo, están vinculados a formas de radicalismo evangélico” (n.8). Estas formas radicales de seguir a Jesucristo son las que encarnan los Institutos Religiosos.
    Quisiera terminar este saludo en la Jornada de la Vida Consagrada con una fraterna invitación a la esperanza. Una esperanza confiada en el Señor de quién proviene todo bien. Una esperanza realista desde la que mirar al futuro que estimula y anima a seguir invitando a los jóvenes a que “vengan y vean” nuestro testimonio profético de vida y nuestro compromiso con la Nueva Evangelización.

    Elías Royón, S.J.
    Presidente de Confer.

viernes, 27 de enero de 2012

¿Ser lo que se quiere o querer lo que se es?...

Después de un comienzo de año lleno de buenos propósitos (¡y que no nos falten!) vuelve a mi cabeza un debate que mantengo con cierta frecuencia con un buen amigo. Se trata de si buscar la superación de uno mismo, luchando por lograr obtener cualidades o aptitudes que no poseemos, o si por el contrario, es mejor descubrir para qué cosas valemos y para cuáles no, y amar nuestras carencias y reconciliarnos con nosotros mismos.
Después de haber experimentado que soy incapaz de ser otra cosa más que lo que soy, y que querer ser otra, me "amarga la vida", yo he decidido que mi lucha es amar lo que soy como Dios lo ama (¡que no es poco oiga!).
Por ejemplo, a mi me cuesta mucho hablar en público, con lo cual cada vez que tenía que hacerlo me moría de rabia y pasaba un mal rato. Una opción podría ser hacerme conferenciante, para superar mi dificultad, y a base de hacer algo que no quiero hacer, conseguir que deje de costarme trabajo. Mi opción ha sido no hacerlo más que lo necesario, y asumir que me cuesta y que el mal rato se pasa.
Esto no quiere decir que uno no pueda superarse a sí mismo, y hacer las cosas mejor, y hacer mejores cosas. De hecho, me parece un buen ejercicio de superación la propia rconciliación con uno mismo.

La cuestión es, ¿qué me hace más feliz, querer lo que soy, o ser lo que quiero ser?...

Y tú... ¿qué opinas?

martes, 24 de enero de 2012

Yo también soy Saulo.. soy San Pablo

Pues sí. Algo así podríamos decir todos. Yo soy Saulo, el fiel cumplidor de la ley hebrea, el que antepone la norma y la ley a cualquier otro sentimiento o deseo, el que valora la vida, las personas y las decisiones en función del debería y debo, del "así está mandado"... 
Saulo es aquel que guardaba las capas para que pudieran apedrear tranquilamente a Esteban, hoy san Esteban. Y lo hizo porque era un fiel judío, un buen hijo de Abraham. No porque fuera mala persona. Pero hoy, Esteban es santo, el primer mártir. 
Yo soy Saulo... permitidme que no ponga ejemplos concretos, pero creedme cuando os digo que lo soy. Y me creo con poder y derecho para buscar, perseguir y encarcelar a quien supuestamente vive fuera de la Ley. De mi ley. De la ley que yo considero divina.
Pero también soy Pablo. Soy San Pablo, que quedo cegado a mitad de camino por una Luz demasiado clara y luminosa para seguir caminando como había hecho hasta ese momento. Sí, soy Pablo, capaz de entregar la vida entera sin reservas por Aquel al que antes desprecié y a quien perseguí persiguiendo a los cristianos. 
Soy Pablo porque, a veces, algunas veces, Dios es capaz de transformar mi violencia y mi cólera y mi genio y mi cabezonería en valor y firmeza y fidelidad suave y creativa, fraterna, tierna, poderosamente suya. Y así , sí. Él, que me hizo y me eligió, es quien mejor saber hacer de mí, tal como soy, su mejor discípulo -discípula-.
Todos lo somos. Todos Saulo. Todos Pablo. Todos Cristo.
No puede ser casualidad que la liturgia cristiana celebre una sola conversión: la de Pablo.

domingo, 22 de enero de 2012

Sígueme...

Te regalamos algunas canciones... Canciones muy variadas, pero si pones atención podrás escuchar de otro modo la invitación de Jesús: "sígueme, sígueme, sígueme..."
Dísfrútalas

viernes, 20 de enero de 2012

Emocionante carrera (vocacional)


Recuperamos este vídeo colgado en nuestro canal youtube hace un par de años. Porque seguimos unidos en esta semana vocacional. Porque sabemos que cada uno recibe una llamada de Dios... que cada uno vive con unos deseos, con un modo de ser, de hacer, de mirar... Porque sabemos que Dios nos conoce a cada uno y con todos cuenta, ¡con todos!
Descubrirnos como personas vocacionadas también nos hace vivirnos con-vocadas, más allá de tu vocación personal. Y en clave cristiana, eso supone, al menos, el convencimiento de que nadie llega a vivir en plenitud y ser feliz, si se olvida de los demás. Especialmente de aquellos que quedan heridos a mitad del camino...
Esperar también es hacer fácil el camino.... ¿o no?

lunes, 16 de enero de 2012

Triduo vocacional M. París: radicalidad evangélica


“La radicalidad evangélica se expresa en la misión que Dios ha querido confiaros”     Benedicto XVI


Me dijo Nuestro Señor: «Mis segundos Apóstoles han de ser copia viva de los primeros, así en el nombre como en las obras. Con la antorcha del Evangelio en la mano han de alumbrar a los hombres más sabios e ignorantes»  (Aut MP 31)


 “… Los seguidores de Claret, en las diversas vocaciones, «Misioneros Apostólicos» en el lenguaje de María Antonia París, serán Segundos Apóstoles y su anuncio será profético:
* Si son copia viva de los primeros Apóstoles en el nombre y en las obras anunciando el Evangelio como Jesús lo anunció a sus discípulos no sólo con la Palabra sino entregando su vida hasta la muerte
* Si sólo buscan la gloria de Dios y el bien de los hermanos
* Si ellos mismos se alimentan de la Palabra y la reparten abundantemente
* Si contagian la buena nueva siendo portadores de alegría porque testifican con el ejemplo
* Si aman a los hombres  como Jesús y emplean todos los medios para darlo a conocer
* Si llevan el Evangelio a todos, sin acepción de personas, de culturas, de condiciones sociales o religiosas
* Si viven llana y sencillamente saliendo a misionar y difunden la Palabra por toda la tierra
* Si la vida misionera no la hacen compatible con el apego al dinero y al poder
* Si son humildes ya que el Evangelio nos muestra a Jesús que se anonada y se hace hombre pobre
* Si viven sin rentas ni posesiones porque el Señor quiere ser su posesión y su herencia
* Si no desvirtúan el mensaje del Evangelio y predican la cruz de Jesucristo
* Si el contenido de la predicación es claro, transparente, sencillo y respetuoso
* Si saben trabajar unidos en el lugar en que se encuentren y en cualquier cargo que ocupen
* Si son responsables: sin faltar en ninguno de sus ministerios
* Si invitan a otros a experimentar en comunidad el tipo de vida misionera y los forman con la radicalidad de la disponibilidad apostólica
* Si no buscan la grandeza numérica porque pocos han de hacer mucho.”
(Encarnación Velasco rmi,
Familia Claretiana en misión al estilo de París y Claret)

domingo, 15 de enero de 2012

Triduo vocacional M. París: renovar la Iglesia


“Cada carisma es una palabra evangélica que el Espíritu Santo recuerda a su Iglesia”  Benedicto XVI

"En este año de 1854, Dios nuestro Señor, me dio una comunicación tan continuada con su Divina Majestad que me parece imposible poder vivir una criatura en esta miserable vida con tan íntima comunicación con Dios, y no sé si acertaré a explicar cómo fue. Me parece que me tenía el alma Dios nuestro Señor  metida en lo más secreto de su corazón y allí le estaba comunicando sus eternas disposiciones… Lo que especialmente vi en aquel secreto divino fue el estado de la Santa Madre Iglesia y los medios y modos que había determinado toda la Santísima Trinidad para poner en pie los mandamientos divinos… “ (Aut MP 48)
“Año 1854…estando en oración, se dignó Su Divina Majestad manifestarme cómo quería la Reformación de toda la Iglesia (Aut MP 49) 
"(27 de agosto, 1855) Al ponerme Claret la corona sentí un peso tan grande que me la hacía inclinar… admirándome yo mucho de aquel grande peso me dijo Nuestro Señor: éste es hija mía, el peso que carga sobre ti de la Reformación  de mi Iglesia…”

En la Gaudium et Spes nos dijeron que “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo” (GS 1)
La Iglesia es también Institución y todas sus estructuras y normas, de cualquier naturaleza que sean, tienen que favorecer la encarnación de su Misterio, y esto es lo que Claret y París entendieron en contacto con la Palabra de Dios (…) María Antonia París, nacida a principios del s. XIX, una mujer, expone en los Puntos para la Reforma las luces sobre la Renovación de la Iglesia que había recibido en la oración. Dice quiénes tienen que hacer esta reforma y cómo debe ser: una Reforma que debe ser hecha en sus miembros, Papa, Obispos, Sacerdotes, Religiosos y Laicos, viviendo en fidelidad el Evangelio, en pobreza y comunidad de vida, en una formación continua que los aleje de la ignorancia y les haga penetrar con profundidad el mensaje que tienen que hacer vida y transmitir a los demás.”
(Ser Claretiana para el mundo de hoy, pp 215-216) 

sábado, 14 de enero de 2012

Triduo vocacional M. París: fidelidad a la Palabra


“...Vuestra vida de fidelidad a la llamada recibida es también una preciosa manera de guardar la Palabra del Señor que resuena en vuestras formas de espiritualidad”  Benedicto XVI


“Se dignó Nuestro Señor enseñarme con mucho agrado el modo con que quería ser servido de esta ingrata criatura; y fue este modo ponerme a la vista la guarda de su Santísima Ley y Consejos Evangélicos, y me dijo quería los guardare con toda perfección…” (Aut MP 3)
“Estaba yo muy atenta admirando lo que pasaba y me parecía iba leyendo la Ley Santa del Señor; pero sin ver ningún libro, ni letras, la veía escrita, y la entendía tan bien que parecía se imprimía en mi alma; pero de un modo muy particular el libro de los Santos Evangelios, que hasta entonces yo nunca había leído, ni tampoco la Sagrada Escritura, y después que por la gracia de Dios he leído alguna cosa, lo he visto escrito a la letra como entonces me lo enseñó Nuestro Señor desde el Árbol Santo de la Cruz…” (Aut MP 5)


viernes, 13 de enero de 2012

Haz que tu vida cuente


A veces un simple anuncio o cualquier otra cosa cuando menos lo esperas, puede ser la mejor invitación a tomar la vida en tus propias manos y hacer que cuente. 
Es tu elección. Es nuestra decisión.

lunes, 9 de enero de 2012

Recomenzar


Como sabéis, para nosotras este tiempo navideño ha sido especialmente denso. Dos capítulos provinciales y el descanso de Encarnación Velasco, después de una larga enfermedad.
Ponemos el inicio del año y recomenzar el curso con todos sus proyectos en manos de Dios... Hoy, por ahora, sólo un poco de buena música para serenarnos...

domingo, 1 de enero de 2012

La vida es como un espejo: feliz 2012


Le preguntaron a Mahatma Gandhi cuáles son los factores que destruyen al ser humano. Él respondió así:

La Política sin principios, el Placer sin compromiso, la Riqueza sin trabajo, la Sabiduría sin carácter, los Negocios sin moral, la Ciencia sin humanidad y la Oración sin caridad. 
La vida me ha enseñado que la gente es amable, si yo soy amable; que las personas están tristes, si estoy triste; que todos me quieren, si yo los quiero; que todos son malos, si yo los odio; que hay caras sonrientes, si les sonrío; que hay caras amargas, si estoy amargado; que el mundo está feliz, si yo soy feliz; que la gente se enoja, si yo estoy enojado; que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido.
La vida es como un espejo: Si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa. La actitud que tome frente a la vida, es la misma que la vida tomará ante mí.
"El que quiera ser amado, que ame". 
Puede ser muy buena actitud para vivir a lo largo de todo el año. Quizá sea bueno tener este texto en un sitio visible y cercano que nos lo recuerde. ¿No os parece?