sábado, 6 de diciembre de 2008

¿Y SI TE ANIMARAS A CONVERTIR EL DESIERTO EN CAMINOS DE VIDA?

Marcos comienza con una introducción, que es todo un tesoro. En el primer versículo nos proporciona el título, que desea dar a su escrito: “Principio de la Buena Noticia de Jesucristo…”. Todo está centrado en su persona y obra, y orientado hacia su mensaje y destino. En sus páginas se descubre su misterio, quién es Él en realidad y qué es lo que hace para bien de los humanos.
El comienzo de este evangelio nos plantea una cuestión central para nuestra vida cristiana: ¿es Jesucristo Buena noticia para cada uno de nosotros?, ¿es buena noticia para ti?
Jesús no es una costumbre, una fe heredada de nuestros padres. Te has preguntado alguna vez si Jesús, ¿se ha convertido para ti en una opción personal? , ¿Tu relación con él está en el centro de tu existencia?, ¿es tu tesoro?, ¿te llena de alegría? Estamos a tiempo: es el principio….
En los versículos restantes de la introducción se habla de la preparación de la venida de Jesús a este mundo por parte de Juan el Bautista, un impresionante testigo de primera hora. Él mismo reconoce, que su tarea consiste en anunciar la presencia y remitir a la actuación del Mesías en medio de su pueblo. Quien llega ahora trae la Salvación y por eso su venida necesita adecuada preparación personal y comunitaria. Constituye un misterio de amor el que Dios, nunca haya obrado solo. Siempre busca la colaboración humana, para eso nos ha creado como seres activos, esto es de agradecer mucho. Primero pidió la colaboración de su pueblo y en su interior los profetas respondieron a la llamada divina y prepararon la salvación.
Ahora te toca a ti colaborar, ¿cómo lo vas a hacer?: cuidando la vida, ayudando en la medida de tus posibilidades a los demás, escuchando con atención la buena noticia que nos viene de Jesús, considerándola en la razón y dejándola penetrar en el corazón, para que se convierta de verdad en orientación para nuestra existencia cotidiana. Como el Bautista necesitamos preparar el camino que viene a nosotros para hacernos felices.
“Adviento” es anuncio del que llega, del que viene. Y la invitación no es abandonar los desiertos malditos de nuestra vida, sino convertirlos en tierra, en caminos de bendiciónporque Dios salva en la historia, en la vida de cada hombre que es su propia historia; el camino por donde Dios se encuentra con el hombre es su propia vida y por eso se llama el camino de la vida (Monseñor Oscar Romero). La esperanza consiste en convocar a los hermanos y hermanas a la reconciliación, a la fraternidad y en caminar con ellos construyendo vida a nuestro alrededor. Nunca olvides que Jesús va caminando contigo.
Beatriz Pereiro, Misionera Claretiana, Honduras

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