Seguimos con la cuenta atrás... Hoy la Iglesia pide que venga un Salvador que es Rey de las naciones y Piedra angular de la Iglesia. No es un Rey invasor ni represor, es un Rey que une a los pueblos y los libera -dice la antífona de la liturgia-. Así es Dios para nosotros.
Y la piedra angular, ya sabes lo que es: esa pieza que sostiene todo el edificio, que permite que todas las demás piedras funcionen como deben funcionar, soporten el peso que les es propio y consigan construir un edificio consistente. ¿Él es la piedra angular de tu edificio, de tu vida y de tu historia? Ojalá...
¡VEN SALVADOR, REY Y PIEDRA ANGULAR, VEN! APRESURA TU VENIDA
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