domingo, 8 de marzo de 2009

DIA DE LA MUJER: NOSOTRAS DECIDIMOS

Oigo que aquí, en Madrid, se ha convocado una masiva y festiva manifestación con motivo del Día Internacional de la Mujer. Antes, mujer trabajadora; ahora, mujer, sin más... Vamos dando pasos.
Oigo también, pasmada, que el "grito" de dicho acto es "Nosotras decidimos". Y me pasmo porque esa decisión, al menos aquí, se está restringiendo al derecho a abortar libremente, incluidas las chicas de 16 años, sin contar con el consentimiento ni conocimiento de sus padres.
No voy a entrar ahora en el tema del aborto, aunque habrá que hacerlo. Sólo me asombro de los ámbitos para los que exigimos el derecho a decidir. Como mujeres, como personas. Por ejemplo:
- en España, con 16 años debes tener permiso paterno para hacerte un piercing o un tatuaje. Al menos si lo haces legalmente, claro.
- en algunas Comunidades autónomas, como el País Vasco, no puede ir a los toros sin la compañía de adultos. Y en otras, como Madrid, haycentros sanitarios que no entregan el resultado de los análisis clínicos a menores sin sus padres.
- por supuesto, se prohibe comprar alcohol y tabaco con 16.
- no pueden firmar contratos de trabajo sin la autorización expresa o tácita de sus padres o representante legal. Incluso con ese permiso, quedaría anulado todo contrato firmado por un menor si se demuestra que el menor no tenía capacidad natural para firmarlo, el contrato es nulo.
Me pregunto a qué llamamos capacidad de decidir. Si la gente que se manifiesta hoy con ese slogan reconoce también mi derecho como mujer que decide libremente si mi decisió no coincide con la suya. Me pregunto si los chicos y chicas que conozc de 16 años tienen capacidad lógica para valorar qué supone un aborto, qué supone un hijo, qué supone una relación sexual, qué supone sacar adelante una familia.
Me pregunto si nosotros, los adultos, -todos- sabemos qué significa decidir humanamente hablando. Es decir, con capacidad de conciencia, de consciencia, de responsabilidad, de discernimento, de prever consecuencias...
En fin... DECIDAMOS. Pero como seres humanos, no como muñecos o árboles frutales.

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