martes, 22 de diciembre de 2009

VÍSPERA DE NOCHEBUENA

Ciertamente, hay unos cuantos sucesos en los periódicos que podría comentar... pero no quiero hacerlo. No hoy, cuando quedas horas para que los cristianos celebremos la Navidad. Digo los cristianos, a propósito; por si poco a poco nos vamos acostumbrando a la idea de que la maoría de los que nos rodean NO LA ESTÁN CELEBRANDO. Y es normal, no pasa nada. Es normal, porque no tienen fe, no son cristianos, no se han comprometido con Dios, no le han dicho que sí a nada.
Otra cosa sería que nosotros, cristianos, no lo estuviéramos celebrando,
- sabedores de que Dios existe y está vivo y es real...
- sabedores de que se hizo carne de una vez para siempre, para vivir en la carne, morir y resucitar en ella...
- sabedores de que esta es nuestra fiesta.

Así que, ya no habrá noticia más importante ni bella en los próximos días por este blog que la celebración del nacimiento de Cristo. ¡Un milagro, una barbaridad, una locura si lo piensas! Lo iremos desgranando en los próximos días.
Hoy, solo compartir y saborear una frase que el Oficio de Lecturas de hoy, 22 de diciembre, nos propone. Es del profeta Isaías:
Los que te construyen
van más aprisa que los que te destruyen

(Is 49, 17)

Así es. Así quiero creerlo. Puede parecer que no. Puede que parezca que el mundo sigue exactamente igual que antes de la Encarnación, antes que Dios decidiera hacer suya nuestra carne, nuestra debilidad, nuestra muerte. Pero no es verdad. Todo no es igual. Ahora su Vida no sólo nos anima y cuida constantemente. Ahora está hecha una sola cosa con la humanidad. Contigo y conmigo. Por eso, quien nos construye va muchísimo más aprisa que todo lo que te echa para atrás, te agrieta tu fachada, te debilita tus muros, te entristece o te encoge. No lo dudes nunca. Quien te construye, Dios y todos los que te quieren con Él, es muchísimo más rápido y eficaz.

Porque tú lo vales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario