martes, 18 de marzo de 2008

MARTES SANTO

HERODES O SER LOS TONTOS DEL GRUPO
“… y al saber que pertenecía a la jurisdicción de Herodes, lo remitió a Herodes, que se encontraba por entonces en Jerusalén” (Lc 23,7)
Los que hayáis visto el musical Jesucristo Superstar, recordaréis la escena en que Jesús es llevado ante Herodes. Se le representa como un espectáculo, un cómico… el gracioso del grupo.

Cuando la vida de una persona (Jesús en este caso) está en juego, el palacio de Herodes es el lugar de la risa floja, la fiesta y la despreocupación. El lugar de la alegría superficial, donde hueco, etéreo, instantáneo, entretenido, sin fondo:

“Anda, Jesús, haz un milagrito”, “demuestra tu poder…”

¿No te recuerda a nada ni a nadie? ¿no te recuerda muchos programas de nuestra televisión o algunas conversaciones de sábado por la noche entre amigos o del patio del colegio? Es el lugar en el que lo divertido y lo trágico se confunden. Donde lo superficial se come a lo auténtico, y lo frívolo disimula lo terrible de nuestra realidad. El lugar donde la vida ajena y el dolor de los demás es un simple entretenimiento…

Tú verás en qué corte bailas y a ritmo de quién… o si vas por la vida siendo el gracioso del grupo, aún a costa de los demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario