- pero eso no se puede demostrar... es una patraña.
- y quién pide demostraciones? ... en la Pasión, que yo recuerde... solo las pidieron Pilato (el que mira para otro lado) y Herodes (el graciosillo del grupo)
- ya... bueno, no había un discípulo o algo así que se llamaba Tomás y no se creyó para nada lo de que había resucitado? No era este el que pidió meter los dedos en la herida para creer?
- bueno, sí... pero no exactamente. Tomás no dudó del Resucitado... Dudó de sus amigos, del resto de discípulos, de las mujeres que sí lo habían visto... Es distinto, ¿no te parece?
- ves???? lo que yo decía... todo una mentira...
- no me has entendido. Tu problema es como el de Tomás. No dudáis del Resucitado, porque aún ni siquiera os habéis encontrado con Él (ya llegará...). De lo que dudas es de nosotros, tus amigos, tus hermanos, la gente que le hemos visto...
Y nosotros, amigos mío... sí somos de carne y hueso. ¡Está vivo!
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