jueves, 22 de septiembre de 2011

MEDIOCRIDAD, MEDIOCRES


Cito textualmente:
"El profesor J. L. González de Rivera y Revuelta señala la existencia de individuos que manifiestan una ausencia total de todo tipo de interés, aprecio o aspiración hacia lo excelente, situación esta que puede dar lugar a cierto tipo de patología que engloba bajo el término general “trastorno de mediocridad”. El autor señala tres tipos de mediocridad: simple, inoperante y, por último, una especialmente peligrosa denominada "mediocridad inoperante activa”.  El sujeto afectado por el síndrome de mediocridad inoperante activa (MIA), tiene grandes deseos de notoriedad. Despliega una gran actividad que no sirve para nada, es decir es totalmente inoperante, generando gran cantidad de trabajo inútil que impone a los demás, destruyendo así su tiempo e intentando introducir todo tipo de controles y obstáculos destinados a dificultar las actividades realmente creativas".
¿Cómo lo ves? ¡Ahora resulta que es un síndrome! Por si acaso estás tentado de recorrer mentalmente el nombre y la cara de tus compañeros de trabajo, vecinos, familiares y amigos, recuerda que suele ser mucho más útil descubrirnos a nosotros mismos en algunas de estas actitudes patológicas. Y por supuesto, si fuera posible, pedir ayuda o darnos un tiempo para cambiar este dichoso síndrome por aquella otra consigna tan sana y evangélica: "hacer fácil el camino a los demás".

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