Y en clave claretiana, hoy también recordamos a la Venerable Mª Antonia París (lo de "venerable" suena raro, pero así llama la Iglesia a las personas que considera que su vida es un ejemplo para todo cristiano; es el paso anterior a la beatificación, cuando aún no se ha mostrado ninguna curazión milagrosa).
El día 25, Claret firmó el inicio oficial de nuestro Instituto en Santiago de Cuba, en 1855. Dos días después, el 27, profesaba la M. París como primera "claretiana" de la Historia e iniciadora con Claret de esta familia en la Iglesia. El 3 de septiembre lo harían el resto de mujeres que se habían embarcado con ella en essta aventura. Y nunca mejor dicho lo de embarcarse... ¡de Tarragona a Cuba!... casi nada para un puñado de mujeres en el s. XIX!
Además de alegrarnos y felicitarnos, hagamos realidad el sueño que ellos nos sugirieron: SER UNA SOLA FAMILIA, AL SERVICIO DEL EVANGELIO EN CUALQUIER PARTE DEL MUNDO.
¡Seamos una familia! Hagamos lo posible para vivir sin división entre nosotras. Cada pequeño detalle lo hace posible y lo dificulta enormemente.
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