
Ya sabes de qué programa te hablo. Puede que te guste o no, que te rías con él o no... Incluso puede ser que tú te consideres creyente -más o menos-, vas a misa de vez en cuando, rezas a tu manera, en fin...
Puede que Heineken lo haga solo por dinero o por mercado... pero si somos un poco serios, todos estaremos de acuerdo en que hoy vende más estar del otro lado, o al menos, no de este. Del nuestro.
Puede que yo esté de acuerdo con todo, con nada, con algo de lo que hace la Iglesia "oficial". Pero te aseguro, que a poco que sientas a la Iglesia como algo tuyo y tú algo de la Iglesia... algo así como "de la familia", es increíble que sigas viendo este y otros programas tan alegremente, como si nada. ¡¡¡No lo entiendo!!!
Quizá tú sí, y tienes otra visión. Pues nada, tú dirás. Desde luego, si todos los que creemos en el Jesús de la Iglesia y del Evangelio, tuviéramos tanto valor y decisión como Heineken para decir en voz alta: "os estáis pasando, chicos, esto ya no hace gracia".
Si por sistema, algunos periódicos, algunos presentadores, algunos programas de tele, algunos actores... ridiculizaran y criticaran a un grupo social cualquiera como el colectivo homosexual, gitano, turco, los del barsa, las amas de casa... ¿todos reiríamos las gracias sin más?
Lo dicho: con moderación, si vas a elegir, escoge una Heineken.
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