sábado, 22 de octubre de 2011

PONER TODA MI CONFIANZA... ¿O SOLO UNA PARTE?




"Dios quiere que pongas toda tu confianza en él; no parte en él y parte en ti, sino toda entera en el Señor. Te quejas de que no te salen bien tus proyectos; es porque no es Dios quien mueve tus designios. ¿Y quién es, pues, el que los mueve? Es tu ambición, tu avaricia y tu sensualidad. Te comprometes en abrazar el estado del matrimonio sin consultar al Señor en la oración, ni consultar tampoco si es esa tu vocación. Emprendes un pleito sin tomar consejo de alguna persona de bien, y si por casualidad tienes algún buen resultado te envaneces luego. Eres de aquellos de quienes dice la Escritura que se fían en su virtud, y que ponen toda su confianza en sí mismos. Te vales de caminos ilícitos, de rodeos y trampas para ganar aquel pleito, de remedios supersticiosos para recobrar la salud, descuidas tu salvación, te metes en embarazo de negocios porque pones toda tu confianza en tu espíritu y en tu actividad, en lugar de ponerla toda en Dios, o si acaso recurres a Él es cuando se te siguen algunos malos sucesos, o cuando todo te abandona: y ten entendido que Dios solo quiere ser tu recurso desde el principio, y no a falta de otros(Sobre la confianza en la providencia, homilía del P. Claret. Extraído de “Colección de Pláticas Dominicales” D. Antonio María Claret y Clará, Arzobispo de Trajanópolis,Tomo I, p 282, Librería Religiosa 1862)

Y tú, ¿qué "parte" de tu vida dejas aún fuera del cuidado y la mirada de Dios?

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