sábado, 19 de junio de 2010

FALSA ACACIA... ¿TODO FALSO?

Estaba paseando por un jardín de mi barrio por el que camino muchas veces... Pocas me había parado a leer los carteles que aparecen en algunos árboles, aunque les habia visto antes, claro. Dicen el nombre o variedad y alguna característica. Me impactó especialmente uno. Se llama FALSA ACACIA. Sí, sí... como lo oyes. Su nombre, su identidad es no ser auténticamente algo. ¿No es increíble? ¿No te da cierto vértigo pensarlo? ¿No se te encogen las tripas si eso lo llevas a nuestro ordenado mundo humano?

El "nombre": eso que nos define, nos "nombra", nos proyecta, nos posibilita existir personal y únicamente. ¿Te imaginas que en tu agenda de contactos tuvieras "Falsa Rosa", "Falso Andrés", "Falso Pedro", "Falsa Begoña", "Falso amigo", "Falsa madre", "Falsa Religiosa", "Falso panadero"...
¡El mundo, nuestra vida cotidiana sería un caos! ¿A quién acudir? ¿De quién fiarnos? ¿Quiénes somos en último término?
No sé si soy buena o mala, regular, excelente... no importa tanto. Pero, por favor, ojalá no lleguemos nunca a ser tan contrariamente lo que somos que merezcamos tener por sobrenombre "Falso".

No hay comentarios:

Publicar un comentario