lunes, 12 de marzo de 2012

Mi vida es Cristo (Teresita Albarracín)


Mi vida es Cristo. 
Éste quiero que sea mi lema constantemente y ojalá que lo llegue a vivir intensamente, que pueda decir con el apóstol: "Vivo yo pero no soy, yo es Cristo quien vive en mí". 
Para conseguir esto tengo que conformar en todo mi vida con la de Jesús, pensando que soy miembro de su Cuerpo y por lo tanto he de pensar y sentir en todo momento conforme a la Cabeza que es Cristo. Así al levantarme pensaré que es Cristo encarnándose en las entrañas de María; al vestirme que es Jesús, revistiéndose de nuestra naturaleza; al ofrecer a Dios mis obras y toda yo mediante la consagración que es Jesús ofreciéndose al Padre en el templo; durante las comidas que es Jesús diciendo mi comida es hacer la voluntad del Padre que me ha enviado; en mi trabajo, callado, silencioso, que es Jesús en el taller de Nazaret; en silencio en el recogimiento de la oración que es Jesús huyendo de las turbas y retirándose al desierto para orar; en las obras del apostolado,  que es Jesús trabajando
por la Gloria de su Padre…. 


(Texto de los apuntes de Ejercicios Espirituales de Teresita Albarracín, misionera claretiana)




Maria Teresita Albarracín entró en la Comunidad Claretiana de Barcelona a los 15 años, en 1942. Tras los primeros años de discernimiento y formación, hace sus primeros votos en 1944, pero una grave enfermedad comenzó a mermar su salud y la actividad apostólica, que había empezado siendo todavía juniora. 
No disminuyó nunca su amor y coherencia en el propósito firme de vivir todo con alegría, por Jesús,el centro y motor de su vida, hasta llegar a tener como frase preferida suya: Sonreir siempre. 
Esta joven misionera murió sin cumplir siquiera dos años de su profesión religiosa. Pero ¡ha valido la pena amar y vivir así!, ha valido la pena entregarse con sencillez y gozo, como quien intenta ser, según ella decía con buen humor, “apóstola” no en grandes cosas, sino en lo pequeño, lo de cada día..., buscando el querer de Dios Padre. 

El 1 de Julio de 2010 el Papa Benedicto XVI autorizó la Promulgación del Decreto de sus Virtudes Heroicas, paso previo a la beatificación de aquellas personas que la Iglesia reconoce como ejemplos y ayudas especiales en quien fijarnos para acercarnos cada vez un poco más a Jesús.

1 comentario:

  1. Impresionante testimonio,regalo de Dios a la congregación y al mundo.

    ResponderEliminar