"Yo solo le he disparado. Las balas y la caída le han matado"
Esta inocente frase se escucha en la película "Collateral", con Tom Cruise.
No me interesa ahora la película. Me sirve la frase de excusa. Con los libros de autoayuda, la libertad mal entendida y una corriente humanistoide de psicología que en muchos lugares se va imponiendo, tendemos a creer desproporcionadamente, creo yo, que no importa nada lo que cada uno haga, sino cómo lo toma el otro. Es decir, no hay responsabilidad, no hay consecuencias que yo deba asumir, nada de nada...
Todo se cifra en que uno mismo aprenda a vivir sin dejar que los hechos y actitudes de los demás te influyan: si te dan un puñetazo y te duele, la culpa es tuya por no haberlo esquivado. Si te tratan injustamente haciéndote sentir una mi..., la culpa es tuya, por sentirte así.
No niego la parte de verdad que tiene. No niego el poder inmenso que cada ser humano tenemos dentro de nosotros para sobreponernos, para no dejar que los demás y las circunstancias marquen nuestro tono vital, nuestro humor y nuestra esperanza. No lo niego, ¡al contrario!
Pero quiero reivindicar el cabreo, la objetividad de que alguien diga: "es verdad, se han pasado contigo... tal persona te ha tratado mal sin venir a cuento"... Te sigue doliendo, pero se lleva mejor... ¿Hay algo peor que alguien que intenta consolarte quitando importancia o minimizando lo que te ha sucedido? ¿Algo peor que alguien que intenta poner paz sin mojarse lo más mínimo y negando evidencias que todos vemos para que el "fuerte" del grupo no la monte aún más gorda?
Y otra reivindicación más: denuncio la impunidad de quien puede ir hablando mal al resto del mundo, repartiendo sorna o desprecio, haciendo su vida caiga quien caiga... y todo, "porque siempre lo he hecho así... porque es mi vida... porque cada uno es libre... porque es mi problema". No, no lo es, en el momento que obligamos a quienes nos rodean a vivir esquivando nuestros golpes o retirándose a nuestro paso.
No, no todo vale. Y ser libre no es ser como te da la gana. Ni por ti, ni por el resto del mundo.
toda la razón
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