¿Quién no duda? ¿quién no tiene que aprender a vivir haciéndose compañero, compañera de sus propias dudas y de las dudas de quienes te rodean?
Dudas de ti, dudas de Dios, dudas de lo que ves, de lo que piensas, de cómo interpretas, de lo que sientes, de lo que te hacen creer, de lo que suponen de ti, del futuro, del pasado... Dudas y más dudas...
Y dice el diccionario que duda es:
1. f. Suspensión o indeterminación del ánimo entre dos juicios o dos decisiones, o bien acerca de un hecho o una noticia.
2. f. Vacilación del ánimo respecto a las creencias religiosas.
Y digo yo: ¿acaso podemos vivir sin ellas?
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