Los medios de comunicación no están dando una cobertura al viaje el Papa a Tierra Santa, como se podía esperar de una visita complicada, en una región difícil, por parte de un líder mundial como es Benedicto XVI. Líder político en cuanto Jefe de Estado; líder moral y religioso para millones de personas del planeta. Pero hay muchas formas de ir siguiéndolo, gracias a Dios.
Hoy comparto sus palabras sobre el "trágico" muro de Cisjordania:
«En un mundo en el que las fronteras se abren cada vez más al comercio, a los viajes, a la movilidad de la gente y a los intercambios culturales es trágico ver que todavía se levanten muros»
Y yo pensaba en los muros que nos levantamos unos a otros, tan estériles e ineficaces tatas vece y a la vez generadores de tnto sufrimiento inútil. Pero los levantamos. Hay gente que es un muro, de hecho. Infranqueable. No sabes cómo entrar, por dónde pasar... Podríams decir que "te dejan de piedra"... te van haciendo de piedra por dentro...
A dos kilómetros de Belén, el Papa espera que este muro, tan simbólico, desaparezca porque, «aunque se construyen con facilidad, sabemos que no duran para siempre, pueden ser derribados»..
Por eso, pongo esta foto, orando ante el muro de las lamentaciones... También es un muro... y los católicos decimos que el Papa es la Roca... ¡pero qué distinto! Se puede ser recio, consistente, fiel, seguro... como la roca...y no ser muro. Ser más bien tierra firme... ¿no? Fíjate en el muro... Se ven los papelitos que los peregrinos depositan en sus grietas. son las oraciones que a fuerza de entrar en nuestros muros, los desquebrajan, los llenan de peticiones, de agradecimientos, de súplicas... ¿No podríamos hacer lo mismo nosotros aquí y ahora?
¡Vamos a intentarlo!
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