Hoy se ha beatificado a Juan Pablo II. Como en todo lo humano, siempre hay luces y sombras, pero hoy es un día para alegrarnos con la Iglesia y agradecer la luz. Ciertamente, nadie podrá negar que fue un Papa que apostó por los jóvenes y creyó en ellos abierta y claramente.
Ojalá la Iglesia encuentre hoy caminos para que los jóvenes puedan sentirse en ella como en su casa. De verdad.
Gracias, Juan Pablo II
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