No siempre la risa es signo de alegría, pero ciertamente, quien no vive en alegría es incapaz de reírse abierta y llanamente. Reírse de pura gracia, por pura gracia. El tercer domingo de Adviento en la Iglesia es el domingo "Gaudete" o domingo de la alegría. La Palabra de Dios nos pide eso: ¡alegraos!.
Y me imagino a nuestro buen Padre Dios, rasgando hojas (o rasgando el cielo para venir a nuestro lado) y haciendo lo imposible para que sonriamos, para vernos reír y alegrarnos en Él y con Él.
¡Alegraos! ¡El Señor está cerca y nos quiere!
No hay comentarios:
Publicar un comentario