A partir del texto del Evangelio del domingo pasado Marcos dedica los capítulos siguientes a la enseñanza de Jesús a sus discípulos, no ya a todo el pueblo. Y es lo que dice nuestro texto de hoy: iba instruyendo a sus discípulos. Si nos consideramos discípulos suyos recibamos la palabra con oído de discípulos, y acojamos las “clases particulares” que Jesús nos da. ¿Qué nos enseña hoy? Jesús vuelve a anunciar a sus discípulos que en Jerusalén va a ser entregado y lo matarán, y resucitará… pero ellos se escandalizan y siguen sin entender, hasta el extremo de que dejan de sintonizar con las preocupaciones de Jesús en ese momento y se dedican a discutir quién es el mayor… ¡cómo nos parecemos a estos discípulos de Jesús…! Podemos fácilmente dejar de sintonizar con los sentimientos de Jesús e ir a “lo nuestro”…
Jesús nos enseña a acoger el sufrimiento que venga por ser fieles al Evangelio, nos enseña a acogerle en los pequeños, nos enseña a ser como niños, sencillos, sin afán de poder, servidores de todos… queda muy bonito así dicho, nos sabemos esa lección, pero cuando nos disponemos a ponerlo en práctica es cuando nos escuece…
Seamos discípulos aprovechados y acojamos con sencillez de corazón la enseñanza del Maestro, que irá haciendo de nosotros personas nuevas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario