No es la "V" de victoria, ni de creernos mejor que nadie. Es la "V" de VIDA con mayúscula. La Vida entregada por libertad y por amor. No entregada porque ni queda más remedio o porque me obligan o porque es lo que toca o por quedar bien o por conseguir algún premio (el cielo, ¿por ejemplo?).
No, no... Es el asombro al descubrir que hay Alguien que nos quiere tanto y tan desinteresadamente que nos lleva en la palma de la mano, que nos cuida, que da su vida por nosotros.
PORQUE QUIERE, PORQUE NOS QUIERE.
Y, ciertamente, es lo cambia todo. Lo que hemos vivido en esta última Prepascua 2011 y lo que quizá tú mismo has experimentado otras veces aunque no vinieras a la Prepascua, vamos a celebrarlo en los próximos días, en la SEMANA SANTA.Ojalá que no se nos pase sin darnos cuenta. Ojalá acompañemos a Jesús. Ojalá nos dejemos querer por Él. Un año más. Sin duda, me cambiará la vida.
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