Cada uno lo llamaremos de una forma, pero todos, absolutamente todos, conocemos la tentación. Jesús también.
Las tentaciones son tan variadas como lo son nuestros deseos, nuestros dones y nuestras fragilidades. Y lo mejor de todo, no lo olvides, es que en todas ellas y siempre, es el Espíritu Santo de Dios quien nos conduce y acompaña. al menos eso nos dice Lucas en el Evangelio de hoy. Jesús estaba lleno de Espíritu Santo, de Dios... Y es este Espíritu, esta fuerza, este impulso, quien lo acompaña desierto adentro. No es el tentador quien le acompaña, sino Dios mismo. Por eso el Tentador, el Mal, El-que-nos-Distrae, nos sale al paso siempre que intuye que Dios está muy cerca de nosotros.
¿Conoces un libro llamado "Cartas del diablo a su sobrino"? Es un libro sencillo y de lectura ágil. sonreirás en muchas ocasiones y además caerás en cuenta de alguna de sus "estratagemas" para dividirnos, separarnos, hacernos daño. Esa es su tarea. Justo la contraria de Dios.
No tengas miedo. Tampoco en el desiero de las dificultades que te toque vivir hoy. Dios no tienta nunca; Dios acompaña en la tentación y su Espíritu sigue contigo porque no hay ningún desierto donde puedas entrar en que Dios quede fuera.
¿Qué tal si esta semana te paras a poner nombre a tus tentaciones concretas? ¿Qué podría o puede estar impidiendo que seas tú mismo, que seas fiel a la Verdad que da sentido a tu vida? SI NO SABES POR DÓNDE PUEDEN TENTARTE, ¡OJO!, ¿CÓMO LO HARÁS FRENTE?
:D
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