La primera lectura de la Eucaristía de hoy me parece impresionante:
"como la mano del Señor estaba con ellos (los discípulos naturales de Chipre y Cirene, predicando en Antioquía a los helenistas) gran número creyó y se convirtió al Señor....
como era hombre de bien (Bernabé), lleno de Espíritu Santo y de fe, una multitud considerable se adhirió al Señor."
Será que esto de transmitir la Buena Noticia es más cosa de dejarse conducir, dejarse hacer, prestar los propios labios, la propia persona para que Otro hable a través de una y mueva los corazones de otros.
Será que conviene pues agarrarse de Su mano y pastorear con Él, a su modo, con sus ejemplos, sus palabras, sus miradas, sus cuidados, con sus "técnicas".
Será una vez más que lo importa es el testimonio de la vida, ser personas de bien, y pasar haciendo el bien. De la mano de Jesús. Con su Mano.
O en frase del Papa Francisco, ser mediadores, no intermediarios.
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