En aquel tiempo, decía Jesús: «¿A qué se parece el reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Se parece a la levadura que una mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta.» Lc 13,18-21
Y tú, ¿qué clase de levadura estás poniendo en el mundo?
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