Perdóname por ir así buscándote
tan torpemente, dentro
de ti.
Perdóname el dolor alguna vez.
Es que quiero sacar
de ti tu mejor tú.
Ese que no te viste y que yo veo,
nadador por tu fondo, preciosísimo.
Y cogerlo
y tenerlo yo en alto como tiene
el árbol la luz última
que le ha encontrado al sol.
Y entonces tú
en su busca vendrías, a lo alto.
Para llegar a él
subida sobre ti, como te quiero,
tocando ya tan sólo a tu pasado
con las puntas rosadas de tus pies,
en tensión todo el cuerpo, ya ascendiendo
de ti a ti misma.
Y que a mi amor entonces le conteste
la nueva criatura que tú eres
(Pedro Salinas, "La voz a ti debida)
A veces nos pasan estas cosas. Esto que el poeta dice mejor que nadie. O somos los buscados o somos quienes buscan torpemente. Pero en todo caso y siempre, ascendiendo " de ti a ti misma" (¡qué largo trayecto!). Eso sí: sólo si cuentas con alguien (Alguien) que te vea y te conteste la nueva criatura que eres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario