El título de esta entrada es una campaña alentada en Facebook desde hace días para protestar por el viaje de Benedicto XVI a Madrid en 2011. Al parecer hay gente que le molesta que el Estado español gaste dinero en atender la visita de un Jefe de Estado (el Papa lo es, nos guste o no) o de un líder social para millones de personas en el Planeta.
Me ha parecido tan extraño que he querido ver con mis propios ojos cómo se plantea la historia. Aquí lo tienes: http://www.facebook.com/group.php?gid=89630627489
No sé qué pensarás tú. Pero la descripción que hace esta gente (son más de 20.000 personas adscritas en pocos días) no hablan para nada de una cuestión política o económica. No se quejan de que en una visita oficial el Gobierno tenga algo que ver. Sólo desprecian al Papa por razones que ahí explican y que, ciertamente, son bastante subjetivas.
¿Por qué contamos esto aquí? Porque los católicos que estamos de acuerdo o no con la forma de organizar la JMJ2011 por parte del Arzobispado de Madrid (esto sería tema de otra entrada), sí tenemos que tener claro que este tipo de iniciativas tan exitosas en las redes sociales y en la calle, siguen siendo poco serias. Siguen confundiendo, manipulando, haciéndonos sentir que formamos parte de una especie de club de enemigos de la humanidad. Y por muy mal que se hagan las cosas en la Iglesia -que a veces se hacen-; y por muy mal que hagamos las cosas los católicos -que a veces lo hacemos-, no somos esos monstruos cavernícolas que se empeñan en presentar.
No me preocupa eso. Me preocupa que nosotros nos quedamos arrugados y sin argumentos ante campañas de este tipo. Yo digo sí a la visita del Papa. Digo que no me gusta como se están organizando algunas cosas y en qué ámbitos sociales se están buscando apoyos. Pero digo también que por encima de eso está el sentirnos iglesia y tener todo el derecho del mundo a reunirnos con otros que viven y desean lo mismo.
Desde aquí, al menos, SÍ A LA VISITA DEL PAPA.
Dí que si!
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